El cierre de la térmica de Pasaia no por esperada, menos deseada

 

 El próximo viernes, la central térmica de Pasaia dejará de emitir contaminantes por su chimenea. ¡Bienvenido sea el 30 de noviembre del 2012! Una fecha que no olvidaremos los ecologistas y  los habitantes de Oarsoaldea, y sobre todo, los sufridos vecinos de Meipi. Unos 50.000 habitantes del entorno que durante 45 años hemos estado sufriendo, casi a diario, la emisión de 1.500.000 de Tn.anuales de CO2, azufre, óxido de nitrógeno, partículas en suspensión, cloruros, furanos y dioxinas, amén del insoportable ruido, por parte de una empresa situada a menos de 50 metros de un núcleo densamente poblado. ¿Cómo ha sido posible tal despropósito durante tantos años? Pues sencillamente porque la central térmica se gestó en pleno franquismo ( inagurada en 1968), y a pesar de contar tan solo con una licencia provisional del ayuntamiento de aquella época, los posteriores intentos de los ayuntamientos ya democráticos de Lezo y Pasaia, no han sido suficientes para acabar con una de las empresas más contaminantes de Gipuzkoa. Esta vetusta térmica ha estado quemando carbón durante 45 años, a un promedio superior a las 400.000 Tn anuales, delante de los balcones y ventanas de los vecinos de Donibane y Lezo. La hulla siberiana que alimentaba sus calderas ha emitido más CO2  que todo el parque móvil de Gipuzkoa, que ya es decir. Por ello, el anuncio de que a partir de este viernes ya no se volverán a emitir contaminantes desde su singular y antiestética chimenea, a pesar de ser una noticia largamente esperada y conocida, no deja de ser deseada y celebrada por todos aquellos que han sufrido sus consecuencias y repercusiones. No olvidemos que la térmica tenía licencia para seguir operando otros 10 años más (2022). Desgraciadamente la paralización de su actividad no ha sido resultado de la presión ciudadana ni municipal. A pesar de que organizaciones como Greenpeace, Eguzki, asociaciones de vecinos, ayuntamientos.., hemos trabajado para lograr su cierre, este no se ha producido para satisfacer las demandas ciudadanas. Ha sido el interés, en este caso el poco interés, capitalista de quienes explotan la central, quien ha decidido no seguir explotándola. Tras el cierre de la otra “anciana” térmica de Santurtzi, la de Pasaia es/era la de menor potencia de las 4 térmicas que quedan en la CAV, (tan solo 214MW), además de ser una central muy poco eficiente y muy contaminante, se encontraba en los últimos años en una situación de falta de demanda (su funcionamiento no es necesario para cubrir las necesidades energéticas por la baja demanda a consecuencia de la crisis). Por lo tanto su cierre es un cierre “empresarial”, en el que ha primado el poco interés económico sobre los valores de salud y ambientales. Aún y todo, desde Eguzki acogemos con enorme satisfacción esta noticia por un triple motivo: –         porque supone una importante reducción en las emisiones de CO2, responsable del calentamiento del planeta, y aunque en su modestia en el cómputo global mundial, es una importante aportación a la “descarbonización” de la producción energética. –         Porque supone un alivio para la salud de quienes se han visto obligados “a convivir”, contra su voluntad, con tamaña instalación. –         Y porque los 61.000 m2 que se liberarán tras el desmantelamiento de la central, supondrán una oportunidad para mejorar ambiental y urbanísticamente la bahía de Pasaia. Eso sí, esperamos que el desmantelamiento de la térmica, y sobre todo la necesaria descontaminación de la zona – durará 2 años- se lleve a cabo con las necesarias garantías ambientales.

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                                                    2012ko azaroan Pasaiako termika? Ez zaitugu faltan botako

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